jueves, 4 de septiembre de 2008

Fobiactiva

Tiempo atrás consideraba escuchar noticias como un crimen de tristeza humanidad. Ha pasado tiempo y todavía doy repaso al dial tratando de encontrar una propuesta satisfactoria que me aleje de las noticias. Soy adicto al radio pero soy un animal fuera de elemento. Si en este país a usted le gusta el vallenato cuenta con mínimo tres emisoras, si lo que le pega es el chucuchucu crossover, mínimo con cuatro. Si a usted le gusta el rock sus opciones se limitan y le toca escuchar las noticias. Constantemente.

Alguien podría preguntar
¿Acaso no existen el Planeta Rock y otras opciones?

Radioactiva es veneno social y el apelativo de “planeta Rock” es de los grandes abusos publicitarios de la ultima década y media. Radioactiva, su tono, su estilo, sus djs, sus programas, sus creadores, son un insulto frontal a todo lo que el buen rock representa. Es una máquina reproductora de las salchichas enviadas por MTV al mercado y ya sabemos tan solo viendo 2 minutos de MTV lo que eso dice.

Que alivio al fin decirlo.

Radioactiva supongo, tiene que existir, tanto como el Cáncer tiene que existir. Pero tiene positivos; sí algún día usted siente que quiere salir de sus casillas y gritarle calladamente a su radio sintonícela, es tremendamente efectiva. Hace dos días, por morbo, por ponerme bejuco escuché 97.9 y no salí decepcionado. El disc-jockey genérico con voz de recreacionista produjo la siguiente frase:

“Ahí les va lo ultimo de Metallica, sé que les va a encantar”

Sólo pude preguntarme si algún rock-escucha decente en la historia había utilizado las palabras encantar y Metallica en la misma frase. Me aventuré a pensar que ninguno y me atrevo ahora a escribirlo aquí. Añado que ninguna persona en esa emisora tiene el rock en los huesos. El rock tiene y transmite un sentimiento; Radioactiva lo tritura, guarda lo peor y lo vende al por mayor.

No se puede expresar mucho más sobre el planeta rock excepto que su gusto musical y su interés social son igual de ínfimos.

Después del desfogue sentimental bien vale la pena enfocarse en propuestas que ameriten aplauso como las radios universitarias y Radiónica.

El formato de Radiónica es positivo en especial porque va más allá de las fronteras de la capital y postula un proyecto nacional que promueve movimiento y valores culturales fuertes, diversidad musical y voz a un espacio que urgentemente la necesitaba; el del arte, cultura y música entrelazadas. Incluso sus directores y participantes incursionan cada vez más en generar campañas de identidad creativas, incursionan en borrar líneas de ciudades y crear colombianos de curiosidad cultural y respeto.

Las radios universitarias presentan en su mayoría espacios de música como también libretos y programas investigados que no tendrían cabida en radios comerciales y esto las hace valiosas. En cuanto a exploración siempre tienen un agregado.

Pero aun si existen estas valiosas propuestas quiero menos discurso y mejor música. Hay radio muy buena, pero no radio de rock excelente. Es probable que no sea el único en creer que su música, sea la que sea, esta siendo maltratada o relativamente sub-utilizada en la radio colombiana. De pronto al radioescucha de vallenatos le insulta el tratamiento y el lenguaje que se usa en “la Vallenata”. De pronto este problema no es sólo mío.

Sólo algo será cierto mañana y en años por venir. La radio es la visión de unos pocos y nuestra adicción tendrá que seguir ligada a sus elecciones. Mi elección hasta el momento en que aparezca una radio rock excelente es escuchar noticias.