viernes, 27 de agosto de 2010

¿Un mundial de pandillas?

Tras consumir varios capítulos de Gangland, Tierra de pandillas, la serie del History Channel que a modo de documental presenta las distintas pandillas existentes en los Estados Unidos, me vienen reflexiones a la mente.

El que dos de las más poderosas sean dirigidas por latinos: mexicanos de Los Angeles en un caso y Salvadoreños en el otro, me da a entender que hay una alianza fuerte entre territorios marginados y ex combatientes. Ex combatientes sangrientos. Especialmente en el caso de los salvadoreños. Se hacía énfasis en cómo los combatientes venidos de el Salvador eran los más salvajes, pues ya habían sobrevivido una guerra.

La mara salvatrucha (ms-13) fue creada por antiguos guerrilleros sobrevivientes de las cruentas confrontaciones con los militares. Eso dice el documental.

Y ahí caí en cuenta.

Si hubiera un mundial de bandas criminales y asesinas, brutales y criminales, a Colombia le iría mejor que en Miss universo, digamos. Competiría, arrasaría a la competencia mundial por el simple uso de la motosierra. Sí, las bandas criminales salvadoreñas usan machete, pero ¿cuántas veces se ven en necesidad de enterrar el cadáver en lugares pequeños? ¿Cuántas veces les habrá tocado cortar todo un cuerpo y tener un método para ello?

No tienen necesidad quizás, pero el que ya tu "enemigo" lo haga te pone en desventaja. Es más experimentado en hechos infernales que tú.

En los terrenos marginados de las ciudades, que en los Estados unidos corresponden a aquellos que cuentan con gran población originaria de centro América, los excombatienetes sangrientos encuentran los espacios perfectos para reproducir las estructuras criminales basadas en armas, drogas y territorio.

Igualito que en Colombia, sólo que no pasa en las ciudades... o bueno, no a tan gran escala como sucede en los campos del país entero. Está bien, sí pasa. En ciudades y campos. A gran escala.

Si algo podemos reprocharle al narcotráfico es que forzó la necesidad de visa para nuestros ciudadanos para viajar al país del sueño, y esto nos ha negado a los colombianos la posibilidad de exportar nuestros criminales y dominar las calles norteamericanas. Después de uno o dos años. Pero no se puede tener todo. No se puede exportar droga y violencia a la vez. La violencia se deja a los mercados locales...

No me cabe duda de que los Colombianos producimos muchos de de los más fríos y creativos criminales. Y de muchos distintos bandos. Sería interesante ver cómo dominarían, o lucharían contra esas pandillas salvadoreñas o mexicanas que se han hecho un nombre a base de crueldad y brutalidad, machete y disparos.

De motosierras y collares bomba no tienen idea.