domingo, 2 de agosto de 2009

Monteagudos

Es sábado, son las 4:45. El frío golpea fuerte, hay viento. Las casetas de la feria en el Parque Patricios no son tan visitadas como cuando hay sol. La gente camina rápido; hay que mantener el cuerpo en movimiento, ganarle un paso al frío.

El monumento a Bernardo de Monteagudo se eleva en una acera amplia que antecede por una calle al Parque. Es la “Plazoleta de la Memoria Pastor José de Luca”. En el suelo hay recuerdos pictóricos, representativos de aquellos argentinos que fueron tomados y nunca devueltos.

Los habitantes del sector depositan, a voluntad, un grado de memoria a historias pasadas. Historias, según el Espacio Asambleario Parque Patricios, a jamás olvidar. La Argentina se ama, y se odia, se perdona, pero no se olvida. Es un país que también se piensa y se vive.

El EAPP es un grupo de hombres, se reúne cada sábado y discute tanto eventos históricos pertinentes de análisis, como temas barriales actuales. Así varíen los temas, cómo hacer de Parque Patricios un mejor lugar para sus habitantes es la agenda principal.

No es casualidad que pongan su cartel atado a las barras metálicas del monumento del partícipe de la campaña independentista. Los miembros del grupo tienen una especial admiración por el personaje de Bernardo de Monteagudo. Consideran que los representa en la acción, en su manera de hacer las cosas. El polémico Monteagudo, admirado por no caer en “medias tintas”, guía todavía ciudadanos a actuar frente a sus entornos.

El Espacio Asambleario Parque Patricios no cae en medias tintas tampoco. Aguantando frío, sentados en círculo en bancos plásticos, sus miembros piensan en que para que el barrio se reactive se necesita crear vivienda asequible. Traer gente, que viva en el Parque, no empresas que lo enfríen aún más.

Estos hombres se reúnen a la intemperie, “a 3 grados o a 40”. La mayoría de asociaciones civiles se reúnen en casa de alguien, o “aceptan patrocinios, espacios condicionados”. No el EAPP. Para este grupo estar afuera, en el barrio, frente al monumento y a los ojos de la gente que camina, es de vital importancia.

Piensan distinto al “Gobierno Neo-Liberal” que hoy día acapara las iniciativas de la ciudad. El Polo Tecnológico, que representa el plan de Macri para la reactivación de la zona sur, es resistido. No por todos los habitantes, pero sí por un porcentaje que, como el EAPP, siente que “los vecinos se están quedando afuera”, y que la “gente pierde importancia en la destinación de recursos”.

Argumentan incluso que la ley del proyecto del Polo Tecnológico fue votada sin la necesaria audiencia pública; todo encaminado a darle importancia a las empresas y no a la gente. ¿Y las propuestas de vivienda? Es la pregunta que les retumba. ¿Y el cumplimiento de las obras del Subte? Esa es otra. Hay muchas más.

Siendo un grupo de 5 personas que cubren tres generaciones (dos miembros tienen entre 60 y 70, otros dos entre 40 y 50, y el más joven entre 20 y 30), tienen una visión diversa de las problemáticas, y esto enriquece su rango de percepción. Los problemas que capta uno, puede no captarlos el otro, y si lo hacen, al menos pueden discutirlo desde dos perspectivas generacionales distintas.

En el desarrollo de una sesión se hace seguimiento a cursos de acción pasados, se discuten nuevas problemáticas, y se toman cursos de acción posibles para esas nuevas problemáticas.

El EAPP menciona como en el pasado logró interceder, junto a más organizaciones de vecinos, en el método de demolición de la cárcel de Caseros. El Gobierno de la ciudad había decidido hacerla con explosivos, en total falta de consideración y seguridad con los vecinos del sector, pero gracias a la intervención vecinal se logró acordar que la demolición fuera manual.

Hoy día, terminada la demolición manual, temen que los proyectos que propusieron al Gobierno de la Ciudad sobre construir allí un polideportivo, que incluyera un centro cultural y una guardería, se vean aplacados por proyectos de vivienda costosa. Un silencio temible notan sobre los destinos de la cárcel de Caseros y el destino de sus predios. Un silencio que para quienes quieren focos dinamizadores de población, abiertos a bolsillos trabajadores y honestos, resulta ser un fuerte ruido.

Sus armas no son las armas que poseía Bernardo de Monteagudo en sus años, hoy día estos “partidarios” luchan con la palabra y la acción civil. Claro, no muchos ciudadanos se unen, en especial cuando hace frío, pero la voluntad de estos hombres es inflexible.

Uno de los temas en carpeta era referente a la cantidad de denuncias que se hacían últimamente sobre el accionar de la Unión de Control del Espacio Público, o UCEP. Una especie de “para-policía” que siembra el terror dentro de las poblaciones menos favorecidas de la ciudad. Las desaparecen de las calles, y esta voz debe elevarse.

El EAPP lo hace, lo menciona, y pone su voz en el panorama redactando comunicados. Anotando que sabe que algo extraño está sucediendo, algo que merece ser aclarado pronto. Así luchan estos partidarios, creyendo en una manera más justa de vivir en sociedad.

Sábado a sábado seguirán encontrándose, siendo francos, honestos, duros y analíticos frente a la situación y acción en un barrio en el cual se juegan batallas silentes, pero claves, sobre un modelo de vida y el futuro de la bipolar ciudad de Buenos Aires.

1 comentario:

Ariel Enrique dijo...

Super articulo felicitaciones