No se Meta con La Niña... o "el Revés del Mundo"

Pasa tiempo, y se van conociendo matices de la vida de porteños y otros argentinos. Algo de contexto se toma, no hay de otra. Es interesante y vital para entender la furia de las calles, que sin este resulta oscuramente sobrecogedora.

L'Arrrgentina y Los Estados Unidos basaron su expansión demográfica en inmigraciones: sin querer queriendo, queriendo, o no queriendo. Y en ambos países hay mucho loco. Existen incluso pueblos dementes.

En un pueblo llamado General Villegas se llevó una marcha, tras la publicación en Internet de un vídeo en el que tres hombres abusan de una niña de 14 años. Los tres hombres fueron acusados por la madre de la chica abusada. Hasta aquí todo normal, los hombres abusando de una niña, el video internet, y la madre que acusa. La marcha... ¿la marcha?

Aquí es donde se pone interesante.

El pueblo marcha en pro de los abusadores, argumentando que la madre debe tener mejor cuidado de su niña, a la que tildan de "zarpada" y "zorra". "Ya se había hecho vídeos con hombres de 18 años", grita una señora absorta en la inocencia de los hombres.

La absolución a los adultos, responsables, que decidieron abusar de la chica -y encima de todo filmar- es suficiente causa para protestar. Muchas personas lo creen con firme convicción, con discurso fuerte y agresivo. Todo en contra de una madre y su hija; enemigas públicas por denunciar un "nefasto".

El mundo al revés. La libertad de expresión a veces da pena ajena. El revés al mundo.

Me recordó un documental que vi alguna vez, sobre una secta en un pueblo del centro de Lojestádos Unidos. Armados con pancartas que profesaban lindas consignas como que los homosexuales eran un aborto de dios, salían a la calle a compartir sus creencias. Actuaban como piqueteros de su extraña fe, basada en el odio a los judíos y los homosexuales.

No importa cuanto pasa el tiempo, estas tendencias siempre tienen hogar. Los grupos que odian a los judíos y los consideran un aborto, los grupos que defienden abusadores de menores. Siempre. ¿Será posible que en todas partes? Es posible.

Entre más se tratan de diferenciar, en pequeñas locuras se parecen. La Argentina y Los Estados Unidos comparten ciertos matices de su historia demográfica y social, y también un bichito de locura, comprobado.

Si se conocen de algún otro caso interesante, no duden en compartirlo.